Portada de Adrián Castellón |
Hoy en la clase de Lengua hemos comenzado leyendo cada uno nuestras versiones del cuento de Caperucita roja, desde otro punto de vista y con otro narrador. Yo no estaba interesado en leer el mío porque me daba vergüenza, pero antes Rubén tenía que leer el diario obligatorio. A mí me ha parecido bien su texto, pero no mucho a la profesora Mari Sol. Le ha comentado que debía tener más contenido y que mejorar la lectura. A continuación la profesora de Lengua nos ha puesto los deberes para el próximo día, antes de que se le olvidaran. ¡Qué derrumbe cuando oí aquella terrorífica palabra: DEBERES! De todos modos, mientras los demás estaban contando su versión de Caperucita roja yo ya había empezado con ellos. Mientras los hacía, "oía " y "escuchaba" (que dice Mari Sol que no es lo mismo "oír" que "escuchar") las diferentes versiones del cuento tradicional. Me gustó el texto de Sara porque en él decía mucho la palabra "vieja" y alguna palabrota. Bueno, los cuentos eran preciosos, pero no daba tiempo a leerlos todos, y la profesora cortó y dijo que empezáramos con los deberes. Me dio un alivio saber que los había terminado casi todos. En ese momento tocó el timbre del recreo y nos fuimos al patio.
Bienvenido, Juan Francisco, a la sección de Diarios de la clase de Lengua. Este es el primer diario de este curso que publicamos y espero que podamos leer muchos más, tuyos y de otros compañaros/as.
ResponderEliminarGracias a este texto me he dado cuenta de que eres un chico con una gran capacidad de trabajo, aunque no te gusten los malditos deberes, como tú me has dicho. Sé que los haces por responsabilidad y ello te hace progresar mucho. Intenta verlos con más cariño y ya verás como no son tan malos, más bien todo lo contrario. Un saludo y a seguir escribiendo.
Que diario mas bonito de la clase te felicito Francisco muy buen trabajo
ResponderEliminarTe doy las gracias por este trabajo y esfuerzo enhorabuena.
ResponderEliminar¡TE FELICITO¡
Me ha gustado mucgo
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