Lázaro y el ciego, su primer amo.
El
pasado martes, día 23 de enero de 2018, un grupo de alumnos del Francisco de
Goya acudimos, junto a nuestras profesoras de Lengua Castellana y Literatura,
para asistir a la actuación de la compañía teatral Strappato. En
el teatro Villa de Molina nos sumamos a grupos de otros centros del municipio
como el Cañada de las Eras o el Vega del Táder. La acción consistía en un
análisis de la obra El Lazarillo de Tormes a través de algunas de las escenas
que en él se suceden, así como una contextualización de la obra tanto histórica
como social, y una llamada de atención sobre los avatares que hoy en día sirven
de escondite a los mismos arquetipos tacaños, corruptos, vanidosos de los que
siempre se ha hablado y escrito. Sobre el escenario, un juego de máscaras tras
las que los actores, con gran destreza corporal, encarnaban sus personajes, una
tela tendida y algunos objetos elementales. Una escena pobre para albergar los
más nutridos pensamientos acerca de la vida. Por desgracia, falló el factor
humano. La desagradable falta de predisposición para la escucha por parte del
público y las intervenciones, quizás demasiado extensas, del actor que,
frente a un público joven, desarrolló una serie de argumentaciones poco
atractivas para la audiencia resultaron, como es previsible, mala mezcla. El
interés suscitado por la toma de voluntarios de entre el público pronto devenía
en un zumbar constante que entorpecía tanto la actuación como su escucha. Por
otra parte, la falta de tiempo por la precipitación de algunos en salir nos
obligó a detener la función antes del final, con la decepción de quienes
pretendían verla completa, que se me antojan no más de los que se mantuvieron
en silencio. A pesar de la irrespetuosidad para con los actores, hubo quien,
como un servidor, logró comprender entre chistidos alguna que otra frase. La
interpretación fue bastante fiel, y me reitero en mi fascinación por la capacidad
expresiva corporal de ambos intérpretes, a los cuales he tenido la oportunidad
de aplaudir en más de una ocasión. Guardo la esperanza de que ésta actividad
despertara interés en alguno de mis compañeros estudiantes por la literatura,
el teatro, por el ideal humanista de educación completa que se explicó durante
la obra, o por la fabricación de elementos figurativos. Y eso no es todo.
Adrián Castellón García, B1IH
Pedimos disculpas por la mala calidad de las fotos.
Aquí os dejamos un vídeo sobre otro espectáculo de esta misma compañía. Se trata de Betún y gira en torno a la problemática de los niños de la calle en Bolivia. Está en francés, pero se comprende fácilmente. De este hermoso espectáculo - hermoso por la forma y por su contenido- pudimos disfrutar bastantes espectadores en este mismo espacio durante el último Festival de Teatro, que tradicionalmente se viene celebrando en Molina a finales del mes de septiembre.
