El 23 de enero, a mitad de la 4ª hora, salimos para ir al Teatro Villa de Molina a ver la obra El Lazarillo de Tormes. No íbamos solo nosotros a degustar esta versión de la novela como plato teatral, sino que acudieron también más comensales, con edades comprendidas entre los 12 y 17 años, a disfrutar de este manjar. Una pena que este plato estuviera muy "maduro", muy pasado, para los chefs que acudieron al banquete. Por el exceso de algunas especias como la rica jerga del siglo XVI, o el percatarse de no haber leído antes la carta (el libro), más las ganas de algo dulce, como las risas con el compañero de al lado, nos salió un cóctel mál agitado. Aun así, a mí me gustó mucho, incluyendo la gran salida planeada de un muerto, cuando menos de Estrella Michelín. Y ya para poner la guinda al pastel, finalizamos y que me puntúe este jurado.
Espero que se repita una excursión así.
Felicidades, Joaquín, por este texto que ha encantado a tus compañeros/as y a mí misma. Es un placer escucharte en clase y leerte. Gracias
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