lunes, 22 de diciembre de 2014

martes, 16 de diciembre de 2014

LA NAVIDAD

En este ATENTOS A LA VIDA yo voy a hablar un poco sobre la Navidad.

Para mí la Navidad es el mejor momento para apreciar a los que tenemos a nuestro lado y disfrutar con ello, en especial en Nochebuena, noche para pasarla en familia y sociabilizar un poco. Algunas personas odian estas fechas; yo casi la comenzaba a odiar, pero prefiero no recordarlo. Para mí es algo extraño. Las personas suelen portarse mejor, se arrepienten de sus pecados o errores y comienzan a reflexionar. Eso está bien. Lo hacen para comenzar un año nuevo mejor. A veces me pregunto qué les pasa cuando se dan cuenta de que no solo deben unirse en familia una sola vez al año, esto es muy poco. Es mejor tratar de unirse más a menudo y vivir en paz con todas las personas. La Navidad es el nacimiento de Dios; hay que portarse bien.

                                                    Henry Betancourt, 4º A

viernes, 12 de diciembre de 2014

ENCUENTRO LITERARIO CON EL GANADOR DEL XI PREMIO SETENIL: JAVIER SÁEZ DE IBARRA


Ayer, un grupo de alumnos del Goya fuimos al centro Las Balsas a conocer al ganador del Premio Setenil 2014, Javier Sáez de Ibarra, en un encuentro literario.

Los de 2º B hemos estado leyendo el libro en clase y, al menos para mí, sí que se merece el premio. El libro se llama Bulevar y es de cuentos que sobre todo muestran situaciones cotidianas, para nada ficticias, y que si no hemos pasado por ellas, no es imposible que alguna vez lo hagamos.

En la tanda de preguntas, el micrófono volaba de derecha a izquierda, de atrás hacia delante y de delante otra vez para atrás. Cuando pasaba de un lado de la sala al otro extremo, nuestra profesoraba parecía ser la encargada de transportarlo.

Algunas preguntas eran buenas, aunque me pareció que le preguntaron lo mismo cuatro veces cambiándole alguna palabra. Le preguntamos por qué y cómo decidió escribir, cuándo, si ha tenido algún caso cercano relacionado con el asunto de los relatos, recomendaciones de libros pidieron los de 1º de bachillerato, explicaciones de algún final que otro...

Al terminar la extendida pero nada aburrida tanda de preguntas, nos acercamos a él y nos hicimos una foto.

Luego, ya fuera del salón porque eran las dos y el conserje tenía que cerrar, nos firmó un pequeño librillo con uno de sus relatos. Nos alejamos de Las Balsas y llegamos al gran amigo de rutinas, el instituto; teníamos 7ª hora de clase.

Ha sido una mañana diferente que nos ha sacado de la monotonía diaria y que me ha hecho reflexionar sobre la importancia de las pequeñas cosas. 

                                                              Agustín Martínez 2º B



martes, 9 de diciembre de 2014

SOLEDAD

¿Cómo empezar a hablar de ella, como algo que siento cada noche? Esta fría compañera, que no me ha traído nada más que sentimientos fríos como la tristeza, es mi más fiel amigo últimamente. Pasé de querer estar acompañado siempre a preferir estar solo, en mi habitación, pensando en mis cosas, en lo que debo hacer...Nadie me preguntó cómo acabé aquí, con un pequeño sentimiento de vacío, con el único pensamiento centrado en mí y los míos. Quiero estar solo, sí; solo todo estará bien; un acto egoísta, lo sé. Mis amigos me miran, preguntan:  "¿Qué te pasa?" Y me limito a mirar serio. Mi amada siente el tedio; dice que estoy distante. Me miro y sé que ve una decepción tras otra. Aún pienso que este sentimiento me invade y no me gusta expresarlo. La soledad, ya sea buena o mala compañera, es la única que ha escuchado todas las palabras que decía por la noche, cuando loco me sentaba y hablaba con ella contándolo todo,  cada uno de mis problemas. Problemas que no quería que nadie supiese pues, ante este mundo, no puedo parecer débil. Así yo, cada noche, me limito a desahogarme con ella. Pronto tendré que romper nuestra relación, pues sé que no me está haciendo bien; pronto acabaré con esta soledad que me invade. Aun sabiendo que siempre estará ahí esperando para que caiga una y otra vez, sin embargo, esta vez no caeré. 

                                                             Michael Corral, 4º A

viernes, 5 de diciembre de 2014

¡ESTOY HARTA!

Estoy harta y os preguntaréis de qué. ¿De qué? Pues muy fácil. 

Estoy harta de ver a chicos y chicas de 13 años yéndose de botellón y llegar a casa casi inconsciente; o chicas y chicos con el cigarrito de las narices en la boca y después echarse fotos fumando para subirlas a las redes sociales. A veces pienso: ¿se creen guays por irse de botellón y fumar? Con estas personas es mejor no tratar por si terminamos cayendo como ellas. 

Estoy cansada de oír: "Mi madre me tiene que comprar lo que yo quiera porque es su obligación y yo soy su hija". ¡¡Pues no!! No es su obligación porque es su dinero y ella hace lo que crea correcto con él. Así que no tienen razón los que dicen esto.

Estoy harta de que me digan: "Estás en una edad muy difícil, yo también he pasado por ahí y entiendo tus problemas". Quizás los adultos hayáis pasado por nuestra edad, pero la mayoría de nuestros problemas ni siquiera los entendéis. ¿Por qué nos dicen eso? Pues no lo sé, la verdad; a lo mejor para darnos ánimos, pero no lo consiguen.

Estoy harta de oír ese maldito "Para siempre" cuando en realidad no existe. Estoy cansada de encontrarme con amigas, si se les puede llamar así, que te dicen "Tranquila, confía en mí", y después te van clavando el puñal por la espalda. 

Y ahora diréís: "¡¡Madre mía, sí que estás tú harta de cosas!!"

Estoy más que harta de todo esto porque es la cruda realidad que veo todos los días.

                                                             Ángela Macanás, 2º B

miércoles, 3 de diciembre de 2014

SÉ FUERTE

Voy a hablaros sobre las relaciones insanas. De este tipo de relaciones de pareja puedo deciros que con ellas padecemos celos enfermizos, prohibiciones de cosas normales como juntarse con amigos; llegas a perseguir a tu pareja y controlar cada movimiento, puede haber golpes, malos tratos. Todo esto hace que una relación se convierta en enfermiza o insana.
Cuando esto ocurre en una  pareja, esa relación se convierte en un sufrimiento continuo. Yo viví una relación insana durante un año aproximadamente y sufrí esos celos enfermizos por parte de ella, además de una obsesión continua por saber dónde me encontraba en cada momento. Esto me llevó a no poder quedar con mis amigos y, mucho menos, con amigas. Una de las cosas que más me sorprendió de esta relación fue que no podía ni abrazar a un amigo. Todo se resumía en mantener sometido a las normas que ella me pusiese.
Aun así, ella me era infiel. Tal vez por esto ella tenía miedo a que yo lo fuese.
Día tras día, mi relación llevaba a peleas diarias, de las cuales siempre me acababan culpando a mí y por esto yo siempre terminaba con la moral por los suelos, solo en casa, y sin poder salir por miedo a otra nueva discusión.
Pasaban los meses. Yo me iba a la cama a altas horas de la madrugada, sin poder dormir, y con los ojos encharcado en lágrimas, preguntándome qué hacía mal. Para contrarrestarlo me dedicaba a huir de algunas clases y comprarle rosas, regalos, iba a verla a la salida de su instituto...Aun así no era lo suficientemente bueno para ella. 
Pasado el año la cosa iba a peor y yo no sabía qué hacía mal. Me queda el recuerdo de que tras dejarme miles de veces los puños en la pared y cortarme diariamente, conseguí salir de esa vida de sufrimiento y dolor. Ahora mantengo una relación estable y muy sana. Puedo salir y quedar con amigos y amigas. ¡Ah, eso sí! A día de hoy ella no ha conseguido olvidarme.


                                                                  Anónimo 4º ESO