Algún pájaro suelo ver al mirarlo; pero al refrescar ahora por las mañanas, parece que su reloj va retrasado.
Y yo me pregunto: ¿cómo será la vida del árbol? En todo el tiempo que ha pasado ahí, dando sombra, ha tenido que ver muchas cosas. Grupos de amigo riéndose, tortolitos abrazándose, críos que al estar en 1º se sienten raros, chavales haciendo gamberradas, hasta alguno tirando a la basura el examen suspenso que le han entregado. Si el árbol que todos los días veo a través de la ventana hablara, no habría nadie que no se parase a oír las apasionantes historias de gente que, a lo mejor, está ya en la universidad. Y aunque nosotros no nos paremos al frescor de tu sombra a que nos cuentes historias, siempre estarás ahí, escribiendo nuevos relatos por si, ya sabes, algún día hablaras.
Agustín Martínez García, 2º B
Enhorabuena, Agustín, por este Atentos a la Vida. Sabes que tu texto ha gustado mucho a la clase y por eso está publicado.
ResponderEliminarConforme lo iba pasando en el ordenador, me ha recordado un famoso poema del poeta de la Generación del 27, Gerardo Diego. Se trata de su Romance del Duero. En este poema, el autor habla con el río, testigo solitario de tantas historias de amor. En el fondo, el poeta anhela ser como el río: "Quién pudiera como tú, /a la vez quieto y en marcha, /cantar siempre el mismo verso /pero con distinta agua." ¿Qué querrá decir con esto? Aquí copio el poema completo para una lectura placentera:
"Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja;
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.
Indiferente o cobarde,
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.
Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.
Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.
Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.
Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,
sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras".
Gerardo Diego
Hola, Agustín, yo coincido con tu profesora en la asociación de tu texto con el poema de Gerardo Diego. Es cierto que la mayoría de las veces a la naturaleza no le concedemos más importancia que el servirnos de decoración o de marco para nuestras actividades. No nos paramos a pensar más, por eso quiero felicitarte por tu sensibilidad y tu facilidad de expresión.
ResponderEliminarEstá muy bien,te felicito,sigue así.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta descripción, lo has hecho muy bien.
ResponderEliminarMe parece muy original este texto , yo pienso lo mismo. Cada vez que miro por la ventana pienso cómo seria la vida de un pájaro.
ResponderEliminarMuy buen texto, te felicito. Es verdad que ese árbol ve todo lo que pasa en instituto.
ResponderEliminarAgustín,me ha encantado el texto.
ResponderEliminarHa estado chulo y muy interesante,me ha gustado por que se trata del intituto.
Lo que mas me ha gustado ha sido la pregunta"Cómo será la vida del árbol"
Me paece un texto interesante y yo tambien querría preguntarme como seria la vda de un árbol.
ResponderEliminarTus textos son algo especiales y este es uno de los mejores. Es muy bonito como todos tus textos. Espero llegar a escribir como tu aunque me resulte un poco dificil ya que me falta vocabulario y como dice Dña. Mari Sol "toque personal".
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