Como era de esperar, por lo precipitado del evento, la gente no se agolpó en la sala de la biblioteca destinada para el acto; es más, incluso sillas quedaron abandonadas al fondo. No pasaríamos de unas treinta y cinco personas.
Si os soy sincero, de haber sabido más de uno/a de la importancia de quienes se reunían en la Biblioteca Salvador García Aguilar el pasado jueves 25 de septiembre de 2014, el espacio habría estado a rebosar.
En conmemoración de la llegada de una embajada japonesa a España hace cuatrocientos años, la escritora y vecina de Molina Berta Hopfner, o en japónes Yukiko Kondo, ha sido la autora de la parte narrativa de un libro que, en forma epistolar, fusiona las dos culturas: Oriente y Occidente. El resultado es una obra que recrea el ambiente de Murcia a finales del siglo XVI, tal y como conocieron la ciudad los jóvenes nobles japoneses de esta embajada, camino de Roma para conocer al Papa y acompañados por sus profesores jesuitas. Un samurai (sirviente de la nobleza japonesa) cuenta a su hermana que ha quedado en Japón, a través de cinco cartas, lo que encuentran a su paso por Murcia: las áridas montañas marrones, las enormes palmeras, la gran feria del ganado...
Pero lo contado no es solo con palabras, pues en el libro han participado varios ilustradores de reconocido prestigio: Akira Sanz Takeuky, José David Morales, Katarzyna Rogowicz, Juan Álvarez, Jorge Juan Gómez y Juan Navarro Lorente. Además encontramos haikus (breves poemas típicos japoneses) de Carlos S. Olmo Bau.
Nos contaron que habían realizado un profundo trabajo de documentación para la elaboración del libro. El resultado ha sido una obra que contiene un aire oriental impresionante y, a la vez, cuando cierras los ojos te vas cuatrocientos años atrás a esa pequeña ciudad del sudeste peninsular que era Murcia.
Allí se habló de la historia de Murcia, del libro, de Japón, de cómo surgió la idea de que el texto fueran cartas, de las ilustraciones...
Como colofón, la escritora y los ilustradores firmaron los libros de los ansiosos lectores que esperábamos el turno para saborear la tinta fresca del autógrafo sobre el papel.
Para terminar, me gustaría compartir con vosotros los dos primeros haikus que aparecen en el libro:
Ante los ojos Tras los frutales
la inmensidad del valle el murmullo del agua
atrás el frío y las palmeras
Adrián Castellón García, 2º B
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