Esta historia pasó en el año 1960 en España, es la historia de los caballos caníbales y asesinos de humanos. Todo empezó en mi granja: un día nos encontramos unos caballos y los llevamos allí. Mi perro estaba vigilando a las ovejas pero una se metió al establo de uno de los caballos. Cuando fui a buscar a la oveja que faltaba, solo quedaban sus huesos. Como no sabía qué hacer, me fui directo al coche para ir a la comisaría, pero allí no me creyeron, ni yo mismo me lo creía; sería un sueño.
Al volver a mi casa, mi mujer estaba muerta, le habían cortado la cabeza con sus afilados colmillos, y no eran tres caballos sino alrededor de cincuenta los que habría. Tenía que salir por patas de la granja. Me fui en mi coche, iba a 120 kilómetros por hora, pero ellos me estaban alcanzando hasta que pasaron a mi lado; no iban a por mí sino que se dirigían al pueblo. Entonces vi la oprtunidad de escapar: me fui a la montaña más alta a las afueras del pueblo, desde ahí se veía toda la masacre que estaban produciendo, era horroroso pero por lo menos yo estaba a salvo. Uno de los caballos que había escapado del pueblo vino hacia mí, era negro y le chorreaba la sangre de sus víctimas desde la boca hasta las pezuñas. La única opción que me quedaba era saltar desde lo alto de la montaña, así que me tiré como si estuviera volando, pero de repente cuando me iba a estrellar, me desperté en mi cama. A mi lado estaba mi mujer, quien me dijo que había tenido una pesadilla. Me levanté y fui a la cocina para tomarme un café caliente, entonces oí un ruido y me asomé a la ventana: solo era la luna. Sin embargo, a lo lejos se veía una sombra galopando hacia la luna.
Entonces supe que no había sido una pesadilla sino lo que iba a pasar.
Entonces supe que no había sido una pesadilla sino lo que iba a pasar.
Carlos Contreras Box. 2º A
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