Ilustración de la autora |
Inocente, él se adentró en el interior del bosque y entonces alguien lo golpeó. Lo acababan de secuestrar.
Cuando despertó, estaba en un laboratorio. Vio a un hombre y alrededor un montón de gatos deformes; era evidente: ese científico estaba loco.
Lo primero que hizo con Raspi fue obligarle a que orinara en una bolsa, además lo torturaba todos los días.
Un día Raspi entró en una zona en la que no debería haberlo hecho. El hombre lo atacó y Raspi quedó inconsciente en el suelo. Después nunca más volvió a ver porque le arrancó los ojos lentamente, disfrutando.
Y si os preguntáis qué hacía con la orina, la mezclaba con otros productos y la convertía en droga para venderla.
Cuentan que cada gato que es abandonado desaparece para siempre.
AUTORA: ROCÍO CUTILLAS TENDERO. 2º E
Nota: este relato se ha hecho en clase de Lengua como parte de un ejercicio creativo a partir de tres dados de Halloween.
Rocío, me ha gustado mucho tu relato. Sinceramente escalofriante. Te felicito. Sigue escribiendo más.
ResponderEliminarUn saludo
Te felicito por tu magnifico texto,
ResponderEliminarme a gustado mucho