Hoy os voy a hablar de un juego en el que una palabra puede tener un significado y el contrario. Por ejemplo, la palabra bolso, con el prefijo des-, *desbolso, puede pasar de ser un objeto o recipiente donde guardar cosas, a un recipiente de donde sacarlas. O una *descometa podría volar por debajo del agua.
El prefijo bi- nos trae el increíble *biparaguas, que tapa el doble de lluvia. Y con tri-, la *trigallina pondría un montón de huevos.
Con el prefijo in-, tenemos la *intoalla, que no seca, sino que moja muchísimo.
También tenemos prefijos impresionantes como micro-, mini- y maxi-. En un microzoológico solo encontraríamos insectos y las minigafas serían para las hormigas. Y por último, en un maxiedificio podrían vivir unas 100.000 personas. ¡Qué barbaridad!
Y aquí termina este juego que quizás creas que es un poco loco; pero a mí me gusta y a vosotros, seguro que también.
Gracias, Elsa, por querer compartir tu texto con los lectores del blog. Sí, hoy nos hemos vuelto un poco locos/as, motivados por la Gramática de la fantasía de Rodari, y hemos puesto prefijos de forma arbitraria y nos han salido cosas muy raras, pero divertidas. Es que esta gramática nos lo ha permitido. Otro día nos pondremos más serios/as. Un saludo.
ResponderEliminarMuy bien hecho,Elsa
ResponderEliminar