De Micke al profesor Hetzberg:
Me llama la atención, por ejemplo, el
caso de Francisco Camps, el hasta hace muy pocos meses presidente de la Generalitat Valenciana
y del Partido Popular Valenciano que, a pesar de estar imputado en varios casos
de corrupción y haber sido publicadas innumerables pruebas en su contra (que
finalmente no se tienen en cuenta en el juicio debido a que su obtención se
llevó a cabo de manera ilegal), se vuelve a presentar a las elecciones a la Generalitat Valenciana
y resulta vencedor. Esto, a mi parecer, resalta el gran orgullo, egoísmo y
despotismo de Camps, pero también la falta de autoestima y de orgullo por parte
del pueblo valenciano que no se cree merecedor de un superior que vele por los
intereses de los habitantes en lugar de aceptar sobornos y manejar a su antojo
los fondos públicos.
Otro caso bastante curioso sucedió hace
unas cuantas semanas, cuando el FMI proporcionó a los españoles un rescate
económico con duras consecuencias (las estamos experimentando en los recortes),
el presidente Rajoy declaró explícitamente que “el rescate nos lo habían dado
porque él había querido”, convirtiéndose en el hazmerreír de la prensa
internacional, con el famoso titular “tú dices tomate, yo digo rescate”,
haciendo alusión a la manera en la que el presidente español tomaba por
estúpidos a sus ciudadanos.
Para demostrar que mi crítica no se
modifica según si son gaviotas o rosas, creo que todos recordaremos la faena
del por aquel entonces Ministro de Economía Solbes y el Presidente Zapatero,
negando constantemente la existencia de la crisis económica cuando en Alemania
y Gran Bretaña ya se estaban llevando a cabo reformas para paliarla.
Muchos se escudan afirmando que no acuden
a las manifestaciones y convocatorias porque no servirá para nada, porque el
poder siempre lo tienen los mismos. Pero ahí tienen en el ejemplo de Islandia.
A ellos también les machacaban con el discurso de “habéis vivido por encima de
vuestras posibilidades, ahora hay que ahorrar”. Pero ellos no se plantaron, sino
que se unieron. Se negaron a que su dinero se utilizase para salvar a la banca,
dejaron resquebrajarse su sistema económico, para comenzar otro totalmente
distinto. Tomaron el control de su país, como ciudadanos que son. En España se
creen con menos poder del que realmente tienen. Soportan condiciones pésimas,
como el recorte en la ley de Dependencia para rescatar a Bankia con 20.000
millones de euros, y sin embargo no hacen nada para remediarlo. Ante los
recortes, muchos dicen que “es la única manera, que hay que ahorrar”, al caso
de corrupción de Francisco Camps, respondieron reeligiéndolo presidente, y a la
cara dura de Solbes y Zapatero negando la crisis, afirmaban que “nadie lo había
visto venir”.
Y esta, para mí, es la mayor prueba de que a las clases bajas
españolas les falta el orgullo tanto como el pan.
Marina Aledo Serrano (B2AT)
Estimada Marina: me ha encantado tu Carta Marrueca Contemporánea; veo que tienes las ideas muy claras respecto a las consecuencias de esta crisis que nosotros no hemos creado y las posibles soluciones. No te desvíes del camino; la sociedad española necesita jóvenes conscientes como tú. Un saludo.
ResponderEliminarSe me ocurre que a este texto le falta una imagen; selecciona la que te guste y envíasela a Jose para que la agregue ¿no?
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