Hoy en día resulta extraño que un grupo de jóvenes acuda
al teatro un viernes por la noche - como
este 23 de septiembre -, pero puedo prometer y prometo que la anomalía valió la
pena. Los alumnos de los IES, a través de nuestras profesoras, fuimos invitados
por el director del teatro al Villa de Molina a ver una función: AMOUR, de la
compañía vasca Marie de Jongh. La obra no
necesitó ni una palabra ni mostrar rostros – y esto es complicado, porque
requiere un nivel de detalle en el movimiento y la escenografía impresionante -para
hablarnos del paso del tiempo, de cómo se agregan ciertos conceptos como el
odio o el amor a la memoria de la experiencia vital. Había mucha ternura en las
escenas. El odio que durante más de sesenta años separase a las dos niñas y los
dos niños protagonistas, fue superado por el amor. Puede que venciera al tiempo,
pero no al amor. Creo que es una de las conclusiones posibles de esta obra.
Tanto mis amigos y amigas como yo mismo, quisimos
quedarnos al coloquio final en el que los actores y actrices (Ana Meabe,
Anduriña Zurutuza, Ana I. Martínez, Javier Renobales y Pablo Ibarluzea), ya sin
las máscaras que los caracterizasen durante la representación, respondieron a
las preguntas del público.
Una muy recomendable noche anómala de viernes.
Mi felicitación a ti y a tus amigos por la elección que hicisteis este viernes y sábado noche. Nos queda el viernes 30.La cultura nos abre la mente, nos da alas. Aprovechad todas las oportunidades que estén a vuestro alcance. "La oportunidad es un pájaro que jamás se posa". Un saludo.
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