Pero
el daño ya estaba hecho y, para no sufrir más, me inmunicé. Dejé de sentir, no
sentía mis heridas, ni las mentiras, ni las palabras; pero tampoco sentía
alegría; no sentía nada por nada, nada por nadie; solo un sabor amargo en mi
boca seca. Pero aprendí el arte de olvidar y seguí, como siempre, ocupado en
nada…
Hasta
que un día, por un capricho del destino, me crucé contigo y, emocionado, el
sabor amargo se fue. Me fijé en tu forma de andar…pero no sentí nada, miré tus
labios…nada, te miré a los ojos…nada. Pensé cómo había pasado todo, recordé…Y una ola de tristeza me invadió. Había bajado la guardia y los recuerdos se
apoderaron de mí. Intenté hablarte, pero tú ya no me escuchabas, y lo último
que sentí antes de romper en lágrimas fue un sabor amargo en mi boca seca.
Alberto Alcaina Hernández
1ºESO/B (texto voluntario)
Nota aclaratoria de Alberto a la profesora (y a los lectores, por extensión): este texto es el primer movimiento de la sonata Claro de luna de Beethoven expresado en forma de relato. Como la sonata tiene dos movimientos más, yo haré dos textos más; uno alegre y otro más furioso. Si sientes curiosidad busca en Google ``Moonlight sonata Beethoven full´´.
Muchas gracias, Alberto, por querer compartir tu tiempo y los resultados literarios con nosotros. Ya estamos dispuestos/as para los siguientes, y con mucha curiosidad:-). Un saludo
ResponderEliminarBuen trabajo Alberto, nos sigues impresionando con tus obras literarias.
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