Diario voluntario de Alejandra, 1º D

Ayer la profesora de Lengua llegó a clase avisando de que no podía hablar. Juan se quedó en la pizarra de observador. Daria estaba sentada a mi lado en primera fila y, la verdad, es que no presté toda mi  atención a la clase. A última hora me incorporé y empezamos a hacer un trabajo sobre nuestro futuro: cuál era nuestro sueño conseguido, cómo habíamos llegado hasta él y si nuestra historia había tenido algún antagonista o agresor. Yo acabé el borrador en clase, aunque faltaban algunos detalles para hacerlo perfecto.

Mientras que la profesora empezó a decir cómo se hacía ese trabajo, yo escuchaba y miraba a mi alrededor, hasta que algo me llamó la atención: era algo brillante y negro. Cuando mis ojos enfocaron lo que era, me gustó mucho: eran unos zapatos negros brillantes con un poco de tacón.

La hora se pasó demasiado rápida. Sucedieron tantas cosas que ya no me acuerdo de muchas, y se acabó la clase. 

Bueno, y este es mi Diario de Lengua, si se le puede decir Diario.

                                                                                                 Alejandra Uzum 1º D