Cuando el viento sobre la mar sopla fuerte,
un navío a lo lejos se divisa.
Sus tripulantes desafían la muerte
por sus delgadas cornisas.
Una sirena en la proa
va cantando a los marineros,
que al escuchar su canto
caen fruto de su camelo.
El capitán en el timón,
vago recuerdo de su juventud,
recorre los siete mares
huyendo de la esclavitud.
Llega el momento fatal,
el mundo se detiene,
el barco vecino aguarda
a que el abordaje comience.
Tantos años de profesión
causan muchos achaques,
y más de un bribón
no sobrevive a los ataques.
De la cocina sale un olor
un inconfundible aroma,
el de patatas asadas
y huevos con cebolla.
Un marinero embelesado,
mira y mira las estrellas,
intentando encontrar,
entre todas la más bella.
En un camarote aún
la luz está encendida.
Es la luna aguardando
la batalla de otro día.
Adrián Castellón García, 1º B
Adrián, me ha gustado mucho tu poema. Me recuerda a la Canción del pirata de Espronceda que es uno de mis poemas favoritos. Sigue practicando la versificación que vas muy bien, poeta.
ResponderEliminar¡qué fuerte Adrián! hasta con los piratas te atreves.
ResponderEliminar¡¡Fenomenal!! Tú prometes además como ¡pirata romántico!
ISABEL
Adrián, me ha gustado tu poema sigue asi.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Josefa, yo tambien creo que deberias seguir asi.
ResponderEliminarPD:Me ha gustado bastante.
Me ha gustado tu poema, sigue asi y practicando, eres un genio de los poemas.
ResponderEliminarVas a ser un gran poeta Adrián.
Está muy bien la poesía, eres muy bueno. Si te dedicas de mayor a esto de la poesia llegaras a ser aún mas bueno que ahora, te felicito por tu poesia .¡FELICIDADES!
ResponderEliminarHe de confesar que, cuando lo escribí, no me acabó de gustar, pero al final me decidí por enseñárselo a Mari Sol.
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