jueves, 14 de abril de 2016

Mi "locus amoenus". Por Boutaina Moussa, 3º B

Sentada en mi silla de madera contemplando el prado delicioso, el frío viento roza mi rostro y me hace sentir bien, alegre. Siento paz y en medio de esta tranquilidad los pajaritos plumados cantan sin cesar.
El rico olor de las flores "petalosas" que llega se filtra por mis fosas nasales y prefiero cerrar mis ojos para apreciar mejor ese perfume. Cuando los abro, contemplo el paisaje, veo árboles frondosos que rodean el manso río; al fondo observo un puente que conecta dos mundos separados por un cristalino lago y también logro divisar, muy al fondo, las altas montañas blancas.
Respiro hondo, me levanto y me dirijo al interior de la casa, mi día de relajación ha terminado.

1 comentario:

  1. Butaina, he seleccionado tu texto para publicarlo porque has hecho exactamente lo que se pedía: has reproducido el tópico latino del "locus amoenus" con su mezcla de sensaciones en ese paisaje ideal. Has logrado transmitir paz, serenidad, tranquilidad, que es el objetivo que se perseguía, además de estar muy bien escrito. Te felicito.

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