viernes, 19 de octubre de 2012

CARTA MARRUECA CONTEMPORÁNEA



De Micke al profesor Hetzberg:

Uno de los mayores defectos de los españoles, a mi óptica personal, es la pasividad con la que se enfrentan a las injusticias sociales que, sobre todo en estos tiempos de crisis, les son impuestas. En primer lugar, el soportar el destacable orgullo de sus más altos cargos políticos. Me parece razonable que el recibir el voto de millones de personas que dejan su futuro en sus manos debe afectar bastante al ego, pero en algunas figuras concretas este asunto se les escapa de las manos.
Me llama la atención, por ejemplo, el caso de Francisco Camps, el hasta hace muy pocos meses presidente de la Generalitat Valenciana y del Partido Popular Valenciano que, a pesar de estar imputado en varios casos de corrupción y haber sido publicadas innumerables pruebas en su contra (que finalmente no se tienen en cuenta en el juicio debido a que su obtención se llevó a cabo de manera ilegal), se vuelve a presentar a las elecciones a la Generalitat Valenciana y resulta vencedor. Esto, a mi parecer, resalta el gran orgullo, egoísmo y despotismo de Camps, pero también la falta de autoestima y de orgullo por parte del pueblo valenciano que no se cree merecedor de un superior que vele por los intereses de los habitantes en lugar de aceptar sobornos y manejar a su antojo los fondos públicos.
Otro caso bastante curioso sucedió hace unas cuantas semanas, cuando el FMI proporcionó a los españoles un rescate económico con duras consecuencias (las estamos experimentando en los recortes), el presidente Rajoy declaró explícitamente que “el rescate nos lo habían dado porque él había querido”, convirtiéndose en el hazmerreír de la prensa internacional, con el famoso titular “tú dices tomate, yo digo rescate”, haciendo alusión a la manera en la que el presidente español tomaba por estúpidos a sus ciudadanos.
Para demostrar que mi crítica no se modifica según si son gaviotas o rosas, creo que todos recordaremos la faena del por aquel entonces Ministro de Economía Solbes y el Presidente Zapatero, negando constantemente la existencia de la crisis económica cuando en Alemania y Gran Bretaña ya se estaban llevando a cabo reformas para paliarla.
Muchos se escudan afirmando que no acuden a las manifestaciones y convocatorias porque no servirá para nada, porque el poder siempre lo tienen los mismos. Pero ahí tienen en el ejemplo de Islandia. A ellos también les machacaban con el discurso de “habéis vivido por encima de vuestras posibilidades, ahora hay que ahorrar”. Pero ellos no se plantaron, sino que se unieron. Se negaron a que su dinero se utilizase para salvar a la banca, dejaron resquebrajarse su sistema económico, para comenzar otro totalmente distinto. Tomaron el control de su país, como ciudadanos que son. En España se creen con menos poder del que realmente tienen. Soportan condiciones pésimas, como el recorte en la ley de Dependencia para rescatar a Bankia con 20.000 millones de euros, y sin embargo no hacen nada para remediarlo. Ante los recortes, muchos dicen que “es la única manera, que hay que ahorrar”, al caso de corrupción de Francisco Camps, respondieron reeligiéndolo presidente, y a la cara dura de Solbes y Zapatero negando la crisis, afirmaban que “nadie lo había visto venir”. 
Y esta, para mí, es la mayor prueba de que a las clases bajas españolas les falta el orgullo tanto como el pan.

                                           Marina Aledo Serrano (B2AT)

2 comentarios:

  1. Estimada Marina: me ha encantado tu Carta Marrueca Contemporánea; veo que tienes las ideas muy claras respecto a las consecuencias de esta crisis que nosotros no hemos creado y las posibles soluciones. No te desvíes del camino; la sociedad española necesita jóvenes conscientes como tú. Un saludo.

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  2. Se me ocurre que a este texto le falta una imagen; selecciona la que te guste y envíasela a Jose para que la agregue ¿no?

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