En primaria yo era una niña de sobresaliente. El profesor y mis padres sabían que me esforzaba mucho por sacar buenas notas.
Cuando llegué al instituto, el primer curso me fue bien, excepto algunos "problemillas" con ciertas personas. Pero ya en 2º de ESO se notaba que me dejaba llevar por el ambiente de la clase: me relajé y me contagié; sacaba suficientes y bienes, incluso en la 2ª evaluación suspendí francés.
Pero una vez en 3º todo cambia. Algunas malas influencias se van, se saltan las clases...Mis padres querían pasarme a bilingüe pero no me veía capaz. Así que lo mínimo que puedo hacer es estudiar mucho y sacarme la ESO, el bachiller y luego, a la universidad. Los profesores cambian de "chic": somos mayores, tenemos que dar ejemplo a los otros cursos.
Este trimestre me ha salido bastante mal. No he estudiado tanto como antaño y se ha notado. No sé qué me pasaba, me di cuenta y pensé que como no cambiase me iba a salir caro. Así que me puse las pilas. Tarde, pero he consiguido aprobar cuatro asignaturas a última hora estudiando como una loca. Me importa que los profesores se den cuanta de que cuando suspendo me preocupo y me vuelvo a estudiar el temario, aunque no haya examen de recuperación.
Quiero que vean que soy responsable y que tengo la positividad suficiente para seguir adelante.
¡Yo puedo!
Nota: esta publicación es una redacción realizada en clase de Lengua de 3º A a propósito de una reflexión sobre los resultados de la 1ª evaluación.
Claro que sí, Raquel. Además lo tienes muy claro. Ahora que sabes dónde has fallado, échale ganas que con tu madurez ya verás como sí consigues tus propósitos. Ánimo para ir superándote poco a poco y demostrando lo que vales. Feliz Navidad.
ResponderEliminarHola, Raquel. ¡Claro que puedes! El primer paso es darse cuenta de los errores cometidos y tú ya lo has hecho. Carga las pilas estas vacaciones y a la vuelta a dar lo mejor de ti; el futuro te recompensará por ello. Un saludo.
ResponderEliminar