lunes, 21 de septiembre de 2015

LA IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS



     Para dar la bienvenida al nuevo curso 2015-2016, en la clase de lengua se leyó un texto de Antonio Muñoz Molina incluido en su libro El jinete polaco. En el fragmento un personaje da consejos a un muchacho sobre la importancia del saber, el reconocimiento del esfuerzo que tiene que hacer toda la familia y la obligación de no olvidar las propias raíces a pesar de los éxitos que el estudio nos pueda llegar a ofrecer. Con el texto como excusa, los alumnos se 3º B han elaborado unos textos reflexionando sobre esos temas. Abajo se muestran algunos de ellos.


  Hoy en día y más que nunca, los estudios son muy importantes para generar una buena calidad de vida en el futuro.

      Debemos afrontarlos y luchar por ellos para que en nuestro momento podamos finalizarlos. Por tanto, es fundamental mostrar nuestro esfuerzo y sacrificio, pues al final gracias a ellos tendremos grandes oportunidades.

      Al final de nuestra trayectoria daremos gracias a todas las personas que hoy en día nos apoyan e insisten para que pongamos ganas y podamos finalizar nuestros estudios.

Y por muy lejos que lleguemos nunca deberíamos olvidar a los que por cierta razón, no han podido finalizarlos como esperamos hacer nosotros. Así que ahora que tenemos una gran oportunidad, aprovechémosla.



                                              Gema Fuentes Ros, 3º B





    LA IMPORTANCIA QUE SE MERECE

       Desde muy pequeño me ha encantado la música  y mis padres no tardaron en apuntarme al conservatorio que, por cierto, en esa época estaba en mi actual instituto. Ya a principios de primaria tenía que compaginar la música con los estudios y un poco más tarde también la academia de inglés se metía en la nueva rutina diaria. Al pasar los primeros años de primaria también empecé con mi instrumento, el violín, que cada día que pasa necesita más dedicación y por lo tanto más tiempo. Pero yo no solo quería tocar un instrumento e ir al colegio, sino que quería tocar muy bien el violín y sacar buenas notas y, claro, las personas no nacen sabiendo. Para eso están los padres, los padres que me han ayudado a estudiar en cada tema de cada examen, los padres que aun no siendo profesores de música pueden llegar a exigir como si lo fueran porque quieren estar orgullosos de su hijo y esto claramente lo quieren todos y cada uno de los padres del mundo.
     Por eso, si algún día llegamos a aquel objetivo que  tanto sacrificio nos ha costado cumplir no nos olvidemos, que aunque en mi caso mis padres ya no me puedan ayudar demasiado en los estudios musicales siempre serán mis profesores más cañeros. Nunca hay que olvidar algo así. Hay que darle la importancia que se merece, ya que estudiar nos forma como personas, mantiene nuestro cerebro activo, nos hace plantearnos el porqué de las cosas y tener nuestra propia opinión, pero sobre todo nos enseña a ser personas tolerantes.

                                       Agustín Martínez García. 3º B


       SIN PATAS NI ASIENTO


 "Está la dignidad de los leales,

aquellos que en las buenas y en las malas,
en tiempos de revés y en los triunfales
no cambian sus raíces por las alas".

                                           Dignidades, Mario Benedetti


    


 A estas alturas, la cosa se nos va poniendo más seria, y ya hay que pensar en el futuro, en nuestro futuro.
El ser humano es ambicioso por naturaleza: desde el afán por ser amamantados hasta la ansiosa espera de la gloria tantas veces prometida (llegados ya a cierta edad).
Por desgracia no en todos la ambición aflora como algo positivo y que permite el avance, sino como un germen marchito y amargo. Gente que pisa sus raíces para alcanzar las alas y, una vez alada, deja que sus raíces se vuelvan polvo.
Pero, ¡ay de quien espere auxilio y cobijo en sus raíces si antes las ha despreciado por unas alas! Porque esas personas que aspiraban a  ganar una cosa han perdido dos.
Por esto es por lo que se debe recordar, girar la cabeza y mirar al pasado para saber afrontar el futuro, porque un camino sin principio es como una vida sin haber nacido, ¡nada!
Así nos aseguraremos de que, ante la adversidad, contaremos con buenos cimientos que nos ayuden a soportar el peso de la vida, dividiremos la pena y compartiremos la alegría.
La vida pesa demasiado como para arrastrarla uno solo.
¿Quién quiere una silla sin patas ni asiento?

                      ADRIÁN CASTELLÓN GARCÍA. 3º B


3 comentarios:

  1. Queridos Gema y Agustín:
    ¡Cómo me gusta seguir leyendo vuestros textos por aquí! Seguid con esa cabecita tan bien "amueblada" , con esos pensamientos tan buenos y la vida os sonreirá. Un saludo.

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  2. Adrían, ¡qué filosófico estás! Muy metafórico el texto y muy bonito; pero recuerda que este blog es para "la inmensa mayoría". Un saludo y te seguiré leyendo.

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  3. Qué sería de nuestras cabezas si dejásemos de hacer caso a los ideales socio-culturales. Los estudios llevan a nada, el esfuerzo es innecesario y no dedicarle tiempo suficiente a lo que amas es una falacia. Saber escribir no es sinónimo de saber redactar o relatar, del mismo modo que tocar un instrumento no es lo mismo que saber tocarlo. Espero que algún día los profesores les muestren a sus alumnos la diferencia entre estudiar y aprender, porque a pesar de todo Mario Benedetti tenía razón.

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